lunes, 12 de agosto de 2013

APO ISLAND

Esta mañana no hay tifón pero sigue la lluvia y el mal tiempo. La mujer del Liberty no nos quiere dejar marchar. Le decimos que no queremos seguir en la isla, que nos queremos ir, pero no es posible, las olas son demasiado grandes y no es seguro embarcarse.
Intentamos ir de excursión pero nos rajamos solo empezar, está lloviendo y no es plan de patearnos otra vez las dos colinas para ir a la otra playa con semejante mal tiempo.
Volvemos al “resort” y le decimos que nos queremos ir y que hable con nuestro marinero y que nos lleve a tierra firme. Pero no hay manera, no nos quiere dejar marchar, dice que no puede ser, que hay muy mala mar que mañana por la mañana unos huéspedes se tienen que irse porque tienen un vuelo y ataran nuestro mini-boat a ellos y nos podremos ir.
Pues nada a esperar podernos ir y salir de aquí ilesas.
Para matar el tiempo nos quedamos en el restaurante y bebemos unas Sans Miguels, hablamos con un chico canadiense y nos dice que él se ha metido en el agua esta mañana y ha visto algunas tortugas. Pues nada, vamos a ello. Nos preparamos y para la playa que vamos. El canadiense nos sigue y nos ayuda a entrar. Yo no lo tengo nada claro. El problema es que las olas son altas y al entrar en el mar está lleno de rocas y hay que vigilar no resbalar y darte contra una. Lo conseguimos y estamos un buen rato nadando, el fondo marino de Apo es impresionante, montón de corales, peces, etc. pero está oscuro, se ha puesto a llover y decidimos salir y por fin llegó el momento, nadando tranquilamente hemos visto una tortuga. ¡¡Bien!! ¡Objetivo conseguido! Al menos no hemos venido a Apo en vano. Aunque nunca se hace nada en vano, todo pasa por algún motivo.
Por la tarde hemos paseado por el pueblo y viendo como los peques jugaban a última hora en la playa después del cole.














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