Nos hemos levantado tardecito…. Estamos muy
cansados.
Nos disponemos a buscar un banco para cambiar
euros por pesos filipinos y nada de nada…es muy difícil cambiar euros.
Por lo tanto cualquiera que venga a filipinas
sobretodo traer consigo DOLARES.
Al ir a entrar al segundo banco el chico nos
hace abrir la mochila y llevaba en la mano como un palito y yo dormida como
estaba y un poco empanada le pregunto : What is this? Y el chico me contesta: “Barbecue
stick” …. Jajajaaa
Nos atiende una chica muy simpática y nos
dice que no cambian euros a pesos, que tenemos que ir a Ayala Center… nos
pregunta nuestra nacionalidad…. “Oh! España”. Y va ha hablar con una mujer que
estaba de clienta como nosotros y viene con ella.
Era un ángel! Se llamaba María y es de
Bilbao, lleva vivienda en Filipinas des del 51. Primero tenía ganadería y agricultura en el norte de Cebú pero cuando entró la dictadura tuvieron que vender porque al salir la nueva ley ganadera se lo querían quitar. Ahora está preparando sus
vacaciones a España. La mujer fue tan amable que nos llevó en su coche con
chófer hasta Ayala center, delante de la casa de cambio. Mientras estábamos en la casa de cambio María nos compró unos trocitos de tarta de banana porque la probásemos.
Increíble la amabilidad de María, le estamos
muy agradecidos por el gran favor que nos hizo.
Volvimos a la guest house en taxi y nos
fuimos a la estación del norte a buscar un bus con dirección a Maya.
El bus tardó aproximadamente 5 horas en
llegar. Las vistas des del bus preciosas.
Al llegar a Maya… nos comimos una encerrona de las
buenas. Solo había un grupo de chicos vendiendo tickets, a cual más colocado! Nos
hicieron pagar primero 20 pesos porque una barca pequeña nos llevara a la barca
grande, unos 40 minutos de viaje y 100 pesos y cuando llegamos a Malapascua
otros 20 pesos más para que una pequeña barquita nos llevara hasta la orilla. Y era si o si sinó nos decían que no había sitio..... grrrrr
Una vez en la orilla fuimos siguiendo el
camino pasando por delante del restaurante La Isla Bonita hasta la guest house
que nos habían recomendado, Mr. Kwitz,
400 pesos con baño incluido.
Por fin tenemos sitio fijo para dormir más de
una noche seguida!!
Para darnos un homenaje fuimos a cenar a Angelina Pizzeria Ristorante Italiano.
Me he comido una pizza vegetal muy buena y dos San Miguels (cerveza filipina por
excelencia).
Y a dormir prontito que tenemos unos horarios locos últimamente. Por la noche
cae el diluvio universal y cuando este termina le pasa el relevo a los gallos
que no paran de cantar… en este país no hay Dios que duerma una noche seguida.
Por cierto ya me veía yo a la loca de la Neus
a la 1 de la noche por la habitación teléfono en mano buscando por internet si
encontraba el radar de lluvias de Malapascua….. Que buena!
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